Iniciamos el blog Anunciata Asia Padre Coll en agradecimiento a los 25 años de la presencia de las Hermanas Dominicas de la Anunciata en Filipinas con el deseo de dar a conocer el camino recorrido, repleto de fe amor y gracia… y seguir con gozo los pasos audaces del presente que con esperanza y siguiendo las huellas del Padre Coll están dando las hermanas para abrirse a nuevos campos y sazonar los ya creados…
La nueva expansión de la Anunciata comenzaba en 1987: Toda una aventura!
EXPANSIÓN MISIONERA DE LA PROVINCIA “SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT”
“Jesús designó otros setenta y dos y los envió de dos en dos, delante de sí, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir, y les dijo: La mies es mucha y los obreros pocos; rogad, pues, al amo para que mande obreros a su mies”
(Lc 10, 1-2)
Todas hemos seguido con atención e interés los pasos
que sucesivamente se han ido dando para ver la posibilidad de ser nosotras, la
Provincia de San Raimundo de Peñafort, quienes hiciésemos realidad el deseo del
Padre Coll de llevar la ANUNCIATA a tierras de Oriente.
Así pues, estamos en otro momento de nuestro
proceso: el de la decisión y el lanzamiento. Es un momento difícil, cargado de
vacilaciones, es cierto, pero es
también un momento grande, en el cual hacemos un importante acto de FE y, a la
vez, de amor a la Congregación.
El día 22 del pasado mes de febrero, las hermanas
Montserrat Casellas y M.ª Angeles Ortega, renovando una vez más su sí,
emprendieron vuelo hacia las tan lejanas tierras de Filipinas.
Nuestras hermanas han comprendido que la MISION es
una dinámica de “más allá”, de intentar ampliar los campos del
Evangelio. Ellas se han sentido ENVIADAS a abrir caminos nuevos a la Anunciata,
una parcela de la Iglesia que “es siempre Pentecostés misionero: recibe la
Palabra de Dios, bajo la acción del Espíritu Santo, para comunicarla a los hombres”.
A su paso por Roma se vieron animadas por la acogida
de las hermanas de la comunidad así como de las del grupo de formación
permanente, que no ahorraron detalles para hacer más y más gratas esas horas. Momentos
importantes fueron las celebraciones eucarísticas, tanto la realizada en la
celda de Santo Domingo, presidida por el P. Muñoz, O.P., como la que presidió
Mons. Pironio. Ambas dieron empuje al lanzamiento misionero, ya fuera desde la
perspectiva emprendedora de Santo Domingo, como desde el silencio contemplativo
de María de la Anunciación, sobre el que tanto insistió el Cardenal Pironio.
El día 25 llegaron a Manila, lugar donde residen de
momento, acogidas por las religiosas Dominicas misioneras de Santo Domingo.
La novedad del lugar, el clima, muy riguroso en esta
época del año, la lengua, o mejor aún, las lenguas, son un cúmulo de realidades
que hacen NO FACIL el lanzamiento. En aquel país hay muchas necesidades, es
cierto. Algunas están a nuestro alcance, otras no. Poco a poco, con la firme
voluntad de las hermanas, colaboración de tantas personas amables y generosas
como se encuentran por allí, con nuestro apoyo y, sobre todo, con nuestro
recuerdo y oración y, en cuanto se pueda, con un buen “refuerzo”, si es obra de
Dios, prosperará.
Las hermanas saben que no están solas. Cristo las
acompaña. Y también saben que las acompañamos nosotras: cada una de las
hermanas de la Provincia y todas las hermanas de la Congregación que estamos
realizando nuestra tarea en distintos rincones del mundo.
Pidamos juntas a María de la Anunciación, a Santo
Domingo y al Padre Francisco ColI que sigan intercediendo por nosotras ante el
Señor, para que nos conceda a todas pero, sobre todo, a las hermanas Montserrat
y M.ª Ángeles, la fortaleza y el coraje del apóstol que quiere seguir el camino
de Jesús: “Es preciso que anuncie también el reino de Dios en otras
ciudades, porque para esto he sido enviado” (Lc. 4, 43).
Enhorabuena! Me alegro de que salga a la luz este nuevo blog y que con sus escritos, historia comunicada, reflexiones y vida, pueda contribuir a que “una luz encienda otra luz” ¡Ánimo y a continuar!
ResponderEliminarFelicidades en estos 25 años de historia de fe y amor: Con gozo lo comparto!
Mª Ángeles