viernes, 20 de septiembre de 2013

BIENVENIDA ANUNCIATA EN VIETNAM


 CHÀO MỪNG QUÝ KHÁCH (BIENVENIDA)
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
¡Tenemos ya establecida una comunidad en Vietnam! Se completó con la llegada de H. Ciri, acompañada de las hermanas Rosa María y María Inés de los consejos provincial y general.

El domingo anterior, día de la partida de H. Christine, las comunidades de Filipinas les hicieron una bonita celebración de envío. En ella se les entregó la imagen de la Virgen Viajera, que ya había acompañado a cada una de las fundaciones en Filipinas. Al finalizar, todas las hermanas besaron la reliquia del Padre Coll, pidiendo su bendición para la nueva comunidad.

El 14 de septiembre viajaron las tres hermanas rumbo a Hồ Chí Minh donde se reunirían con el resto de la comunidad. Al abrirse las puertas de la casa Hnas. Christine, La y María las sorprendieron con una hermosa danza de bienvenida que simbolizaba el anuncio del Evangelio y la encarnación del carisma en Vietnam. Estaba también presente Anh Tuan, el dueño de la casa que arrendan como vivienda; un hombre que desde el inicio mostró cariño por la Congregación y está siempre atento a las hermanas.

La comunidad está ya organizándose y fijando prioridades, adaptando la casa para recibir dentro de una semana a cuatro aspirantes.

El primer día, en un sencillo momento de oración, las hermanas meditaron la carta que la priora provincial, H. Isabel Andrés, les envió animándolas a fiarse de Dios y ponerse en camino. A María y S. Francisco Coll encomendaron la presencia de La Anunciata en Hồ Chí Minh.
 
¡Toda la Congregación estamos junto a nuestra primera comunidad de Vietnam y la apoyamos con nuestra oración!
                                                            Texto extraído de la Web general de la Congregación

HACIENDO CAMINO Y CREANDO LAZOS

 
Las comunidades de Filipinas eran conscientes del encargo de expansionar la Congregación por otros países asiáticos y también estaban inquietas por la pastoral vocacional, dejando en las parroquias, en los institutos de teología, en los centros de formación de Manila, folletos dando a conocer la Congregación, pues son lugares a los que asisten alumnos: sacerdotes, religiosas y religiosos de Asia y las Hermanas contaban que podían estar interesados o lo podían dar a conocer en su país de origen. De esta manera nuestros folletos llegaron a Vietnam.
En el X capítulo provincial celebrado en marzo de 2005, las Hermanas presentaron la propuesta de expansión hacia ese país.
 
El Vicario General de la diócesis de Nha Trang había presentado nuestra Congregación a jóvenes vocacionadas; por lo tanto, se vio conveniente antes del capítulo provincial, ir a visitarlo para dar la información adecuada sobre la situación vocacional en aquel país. Así en el mes de diciembre de 2004 viajaron dos Hnas. para conocer a las jóvenes y sus familias.
Presentaran al capítulo la sugerencia y propuesta de establecer una comunidad en el Vietnam:
*Había jóvenes interesadas por nuestra Congre-gación; había vocaciones;
*por la fe y la generosidad que habían encontrado en las familias que habían visitado, de   ofrecer sus hijas al Señor; 
*por la buena disposición de ayudarnos en el campo vocacional tanto por parte del Vicario General de la diócesis como de la congregación Lovers of the Holy Cross, de los frailes dominicos y claretianos vietnamitas que estudiaban en Manila;
MANIFESTABAN:
Que consideraban esta oportunidad como una gracia y respuesta a la paciente, insistente y confiada oración y trabajo por las vocaciones, dado que en Filipinas se experimenta una creciente escasez de vocaciones.

El capítulo indicó en el número 100.3 de las Actas los caminos que de inmediato se podían emprender: “... comenzar el proceso de formación de jóvenes de diferentes culturas asiáticas en las comunidades de Filipinas y discernir, junto con las hermanas de este país, los pasos para establecer una comunidad en el Vietnam dentro del cuatrienio”.
 
Con esta perspectiva siguieron los contactos a través de e-mail, pero no era suficiente, era necesario hacerse presente, observar el proceso que estaban haciendo las jóvenes y discernir los pasos que convenía dar; así en abril de 2006 las Hnas. Natividad Martínez y Maribel Padernilla visitaron de nuevo Vietnam, concretamente la diócesis de Nha Trang. Sabían que había cuatro jóvenes vocacionadas e interesadas por nuestra Congregación.
 
En aquel momento ya se les propuso que la formación se haría en Filipinas, por lo tanto una condición era estudiar inglés; si estaban de acuerdo había que preparar los pasaportes, y al mismo tiempo se buscó un sacerdote que les hiciese el acompañamiento espiritual junto con una religiosa de Lovers of the Holy Cross, con el compromiso de que en el mes de octubre volveríamos y, si estaban dispuestas, sería el momento de iniciar una etapa de un mayor conocimiento de la Congregación en Filipinas.
En el mes de junio, las Hnas. Montserrat Font y Mª Ángeles Fíguls, programamos que en octubre visitaríamos las Hermanas de Filipinas, recibiríamos la profesión perpetua de las Hnas. Joyce y Cristine y seguramente podríamos pasar visita canónica a alguna de las comunidades.
 
Al coincidir nuestra estancia en Filipinas con los días que estaba previsto visitar Vietnam, creímos conveniente acompañar a la Hna. Nati para ver, in situ, las características de la vida religiosa en aquel país y concretamente la dominicana, el tipo de formación que se daba, cómo hacían el discernimiento vocacional las congregaciones y las posibilidades de una fundación.
 
Vivimos días de gracia: "hemos podido palpar y tocar la fe y la confianza en Dios, traducida en confianza hacia nosotras, de las familias que visitábamos. La acogida, la hospitalidad, la proximidad fueron valores que se hicieron patentes y nos hicieron sentir y encontrarnos como en casa".

También constamos cómo el Señor continúa llamando obreros a su viña y cómo algunas jóvenes, con los oídos abiertos, están disponibles y dispuestas a dar una respuesta generosa y seguir al Señor consagrando su vida por la causa del Evangelio. Así las jóvenes Maria Tram, Maria Thach, Maria Thu y Ana La, han comenzado una nueva etapa de conocimiento de la vida dominicana y de la Anunciata, el aspirantado, acompañadas por la comunidad de Quezon City, siendo la responsable más directa la Hna. Maribel Padernilla.
 
Ellas armonizan el estudio del inglés con las tareas de la casa, algunas clases de espiritualidad dominicana y de nuestra Congregación y nociones de música.

Para la congregación y para la provincia es un gozo la expansión del carisma y al mismo tiempo es un reto abrirse a nuevas culturas. El Señor que comenzó con el Padre Coll la obra de la Anunciata, estamos seguras que la llevará a cabo y a buen puerto.
                                                                                                   Hna Montserrat Font
 

ABRIENDO CAMINO HACIA VIETNAM

Recogemos en este blog una serie de artículos publicados en la Hoja Informativa de la Provincia San Raimundo de Peñafort que marcan algunos de los pasos que a lo largo de una década han culminado en la creación de la primera comunidad de Dominicas de la Anunciata en Vietnam.

 
Era el martes de Pascua, 10 de Abril de 2007. Una madrugada que se vislumbraba clara, presagio de una jornada calurosa como muchas que se viven en “la estación seca” filipina. Eran aproximadamente las cuatro y media de la mañana cuando la hermana Cristina, Tram, primera postulante vietnamita y yo, enviadas por la Priora General, nuestra querida Ha. Nati íbamos al Vietnam a llevar acabo un proyecto de “acompañamiento” de un grupo de jóvenes vietnamitas, con inquietud vocacional, que han mostrado repetidamente interés en conocer mejor la Congregación. Era un grupo conocido ya, por algunas de nuestras hnas. y con quien nos comunicamos.

 El objetivo propuesto lo teníamos claro. Lo habíamos reflexionado con el tiempo suficiente, elaborado con ilusión y esperanza y matizado y revisado por quien correspondía. Agradecíamos que pudiéramos colaborar en un Proyecto Congregacional avalado y querido por muchas. Desde nuestro amor grande a la Anunciata nos lo mirábamos como muestra de confianza, como un posible camino de extensión de la Anunciata en Asia, un especie de trampolín que desde Anunciata-Filipinas nos lanzaba a una realidad, distinta a otra lengua, a una cultura que sin duda nos enriquecería se trataba de una misión de “Seguimiento”.

 La familia de Tram, nuestra Postulante vietnamita, nos acogió cordialmente en su casa a nosotras y al grupo, el Vicario de la diócesis a quien visitamos celebró nuestra visita con mucha alegría. Gracias a la buena acogida de todas y de todos y a su generosidad pudimos organizar con el grupo de aspirantes clase de inglés necesarias para poder comunicarnos y seguir su formación, presentarles la Congregación, nuestra misión y carisma y organizar con ellas una experiencia comunitaria que nos ayudó al conocimiento mutuo.
 
Procuramos ser entre las jóvenes testigos del Señor Resucitado cuyo mensaje de paz y alegría pascual procuramos vivir y trasmitir a ellas y a sus familias. Desde estas líneas agradecemos sinceramente a nuestra Priora Provincial la posibilidad que nos ha brindado y su confianza, y, a toda las Hnas. su plegaria, su amor hecho delicadeza y vida.
 

 La experiencia vivida en Vietnam no solo mereció la pena sino que mereció la alegría.
Que el Beato Francisco Coll vele y bendiga su obra maestra, la Congregación y que Sta. María de la Anunciata nos ayude a ser fieles y a estar siempre disponibles.
                                            Benedictus Deus

Joyce Q Frianeza OP.